Relato cuidador familiar: Marian Cestau

Marian ha sido cuidadora de su madre durante 30 años y finalmente lo convirtió en su profesión. Si quieres votar por su relato compártelo por las redes sociales.

Hoy esto es posible gracias a ti, ama...

Este es un relato que como hija-cuidadora durante 30 años me animo a compartir. Tú ya lo sabes ama y ahora quiero que otras personas también lo conozcan.

Esto que cuento pretende ser sobre todo un relato de esperanza, de ánimo y a la vez de agradecimiento por las enseñanzas que me ha reportado y sigue haciéndolo esta faceta de mi vida como cuidadora.

Mi historia es la de una niña huérfana de padre desde sus 5 años y la tercera de 5 hermanos, que desde muy pequeña quería ser profesora y se imaginaba de mayor ayudando a otras personas a salir de la pobreza y siendo misionera en África.

A los 18 años empecé a cumplir mi sueño de prepararme en la Universidad para ser profesora de Matemáticas, sueño que se vio brutalmente interrumpido por el ACV (Accidente Cerebro Vascular) que sufrió mi madre y que me llevó a interrumpir los estudios para dedicarme por entero a su cuidado permanente por dos años consecutivos.

Como consecuencia de dicho ACV, ella mantiene aún a día de hoy la parte derecha de su cuerpo paralizada, si bien recuperó parte de la movilidad en la pierna.

Durante estos dos años me uní de una forma muy especial a ella, ya que fue en este período que empecé a conocer la parte más frágil, más humana ,más sensible y vulnerable de mi madre. Hasta entonces no tuvo otro remedio que ser una mujer coraje, trabajadora de sol a sol, luchadora, recta, dedicada a sacar a su familia adelante, mostrándonos su cara más dura y dándonos estudios y oportunidades a los que ella no pudo acceder.

Estos dos años me sirvieron también para darme cuenta del calibre de nuestra desprotección, del desconocimiento y la indefensión a la que estaba expuesta mi familia para afrontar una situación de este tipo. Esta experiencia me hizo recapacitar mucho acerca de mi orientación académica y de mi elección para continuar con mi formación y labrarme un futuro profesional.

Tras estos dos años, y cuando re-organizamos el cuidado y la atención que mi madre necesitaba, decidí formarme en trabajo social y gerontología para poder ayudar mejor a mi madre, a mi familia y a todas las personas que por una u otra razón se encontraban en situaciones desfavorecidas o de carencia.

En estos 30 años he compaginado mi faceta de hija-cuidadora con mi desarrollo y evolución personal y profesional dentro y fuera de mi familia de origen. He de decir que, en este tiempo y más de una vez, me he encontrado con sentimientos muy encontrados y contrapuestos en relación a mi madre e incluso a la tarea de cuidar de ella.

Y hoy puedo decir que gracias a mi madre, a la enfermedad que todos estos años nos ha acompañado, a todos estos años de compartir tanto llanto y tanta desesperación, desilusión y frustración, a todas las complicaciones que después de esto ella ha tenido y a día de hoy sigue teniendo, me siento orgullosa y en paz. Porque todo esto me ha llevado a crecer como persona, a superarme constantemente, a identificar cuál es mi misión en la vida, me ha permitido prepararme y dedicarme a lo que realmente me gusta y es mi pasión: ayudar a otras personas, sobre todo a las personas que se ocupan de cuidar y atender a otras  que son dependientes, a que se cuiden para cuidar con excelencia y calidad pero partiendo de que primero es necesario cuidarse  ellas mismas. cuidarse es necesario y no egoísta.

Por todo ello, hoy y ahora, reconozco y comparto el enorme sentimiento de gratitud que siento hacia ti, ama. Y te doy gracias por:

  • Darme la vida
  • Haberme mostrado tu parte más dura y también la más frágil
  • Haber facilitado mi aprendizaje a través del dolor y el sufrimiento
  • Haber toda tu actitud conmigo porque me ha permitido experimentar diferentes sentimientos hacia ti y compartirlos contigo para nuestro mutuo crecimiento y mayor entendimiento
  • Haberme ayudado a ser fuerte
  • Haberme "obligado" a desenvolverme en la vida
  • Haberme sabido perdonar y haberme mostrado el camino para pedirte perdón y perdonarte
  • Haberte reconciliado conmigo
  • Decirme que me quieres
  • Sentir y reconocer mis muestras de cariño y afecto hacia ti
  • Reconocerme
  • Aceptarme
  • Ayudarme cuando de verdad lo he necesitado
  • Decirme que me echas de menos
  • Compartir conmigo tus miedos más íntimos y tus decepciones
  • Mostrarme tu debilidad y permitirme ayudarte
  • Quererme a pesar de todo
  • Ser un ejemplo de lucha y de coraje
  • Haberme dado todo lo mejor que tú has podido
  • Enseñarme a través de la convivencia contigo todo lo que hoy comparto con otras personas y que les ayuda a vivir mejor
  • Ser un estímulo que me anima a seguir en la línea de lo que quiero hacer en mi vida
  • Porque cada día sigo aprendiendo contigo
  • Porque cada día te honro más y porque mi gratitud es profunda
  • Porque gracias a ti y a través de ti he descubierto el sentido y mi misión en la vida
  • Porque a través de ti soy de ayuda a otras personas...y porque esto es lo que más feliz me hace en la vida

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.....

Marian Cestau

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