Sufrir una negligencia médica en la Tercera Edad

La medicina española se encuentra a la vanguardia mundial. No obstante, en determinadas ocasiones un error médico o del sistema sanitario puede provocar consecuencias nefastas para la salud de la persona afectada.  Si ya de por sí es duro que esto ocurra, al tratarse de personas en edad avanzada los factores se multiplican.  

La autora de este artículo es Margarita Martín Filgueira, abogada especialista en negligencias médicas del Grupo Médico - Legal Bcn

El daño puede ser mayor que el producido a un paciente más joven, y además a la hora de reclamar ante los tribunales esa persona necesitará más ayuda. Es clave, en estas situaciones, dar el mayor apoyo posible para paliar los perjuicios que ha causado la negligencia médica. La mayoría de las veces el estado de salud no se puede revertir, pero sí se puede lograr un consuelo moral y económico mediante un proceso legal, siempre con el objetivo de mejorar la calidad de vida de la persona mayor afectada.

Un caso real de negligencia médica

Como abogada especializada en la defensa de víctimas de negligencias médicas, he vivido casos muy impactantes que han tenido como protagonistas a personas mayores, incluso dependientes. Sin ir más lejos, uno de los últimos ha sido el de una persona de 92 años que ingresó en un centro sociosanitario de Barcelona y acabó falleciendo. La razón fue que, aún siendo catalogada como dependiente severa y con imposibilidad de estar sola de pie (entre otras limitaciones), el personal sanitario la dejó sola junto a la cama en pie. Por esta causa cayó al suelo sufriendo un hundimiento craneal y un traumatismo cráneoencefálico que produjo su muerte. Fallando de esta manera los mecanismos de cuidado del centro, nuestro bufete logró que se indemnizara a su hijo.

Este caso real es una muestra grave de las consecuencias que puede llegar a tener un error médico. Sin embargo, y por fortuna, en otras muchas ocasiones no hay fallecimiento pero sí hay un empeoramiento notable de la salud. En dichos supuestos, se nos presenta un camino a recorrer para reclamar ante la ley. Por ello, si una persona de la tercera edad que está a nuestro cargo padece una negligencia médica, es vital saber los pasos a dar. 

Pasos a dar ante una posible negligencia médica

En primer término, hemos de recabar toda la información documental posible y no dejar nunca solo al afectado. Solicitar al hospital o centro médico la historia clínica es el primer escalón. El historial contiene las pruebas médicas e intervenciones que se han realizado, así como las notas del doctor o doctores. Y acudir con ello a un despacho de abogados especializado en la materia. Cuanta más información consigamos, mayores probabilidades habrá para demostrar que ha habido una negligencia médica. Por ello, junto a la historia clínica -que por ley nos han de proporcionar sin pegas-, sería necesario conseguir también la denominada “hoja quirúrgica” si ha habido algún tipo de intervención en quirófano, y el “consentimiento informado”.

¿Cuál es el papel de los abogados ante una negligencia médica?

Con toda esta documentación, entra en juego la labor de los abogados. Nosotros podemos valorar, junto a los peritos médicos con los que un bufete de estas características colabora habitualmente, si ha habido efectivamente negligencia médica. En caso afirmativo, recomendaremos al paciente y su familia si comenzar o no un proceso legal. En este momento, las personas que están -bien a cargo o bien familiares- alrededor de esa persona de edad avanzada, han de dar todo el apoyo posible para que no caiga en el desánimo ante una situación que se puede hacer “grande” a cierta edad. 

Solución ante una posible negligencia médica

Afortunadamente, en ocasiones no es necesario llegar a juicio porque la parte demandada reconoce el error y ofrece una indemnización suficiente. Ante dicha oferta, tampoco debemos dejar solos a nuestros mayores ya que puede que la cantidad no sea en realidad representativa del daño. Debe haber una valoración conjunta entre nosotros como abogados y la familia o cuidadores de la víctima, para que ésta no acepte sin más si la indemnización no es justa.

El objetivo es la mejora de la calidad de vida del paciente afectado

En este punto quizá haya que imprimir nuevas fuerzas a nuestro representado para ir a juicio si las posibilidades de éxito son tangibles. Los resultados, en nuestro caso, suelen ser favorables a las personas que defendemos, aunque el procedimiento puede ser largo y es por lo que recomendamos siempre que las personas que quieren a sus mayores les den soporte en todo momento para que no se sientan solos. Habitualmente la indemnización económica es el objetivo, que va unido a la meta de mejorar la calidad de vida del afectado.