Expertos en cuidar

El doctor Álvaro Gándara, de la Clínica Ruber de Madrid, explica la importancia de tener profesionales bien preparados en las unidades de cuidados paliativos para ayudar a morir mejor.

Álvaro Gándara es médico en la Unidad del Dolor y Medicina Paliativa de la Clínica Ruber, en Madrid. Además, es subdirector del Máster de Cuidados Paliativos de la Universidad Autónoma de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL).

El doctor explica que para formar parte de una unidad de cuidados paliativos “más que vocación se necesita una preparación específica”. Asegura que para este trabajo “no vale con afrontar la situación desde el punto de vista del querer hacer las cosas con buena voluntad".

Porque “los cuidados paliativos no son solo una necesidad, sino una disciplina que es una especialidad o sub-especialidad de la medicina. Por eso, se requiere un periodo intenso e importante de formación para prestar los mejores cuidados posibles”.

Evitar el burn-out del profesional

Los cuidados paliativos son una de las pocas disciplinas médicas donde se trabaja en equipo. “Y en medicina, aunque parezca mentira, es muy novedoso.”

“Nosotros trabajamos, entre otros profesionales, con psicólogos para que nos ayuden y así, evitar que suframos el burn-out del profesional. Es decir, que nos 'quememos' con la situación muy rápidamente. Gracias a esto se ha demostrado que en nuestra área es donde menos 'quemados' hay”.

“La interdisciplinariedad permite protegernos, pero también influye saber que con nuestra labor ayudamos.”

El doctor advierte que “hay que tener muy claro que morir lo hacemos todos. La peor sensación que puede tener un médico es la de abandonar a los enfermos. Sin embargo, nuestra labor es muy satisfactoria: acompañamos al paciente y a su familia hasta el último día".

“Hay un 50% de la gente que muere con sufrimiento evitable”

El Dr. Gándara califica con un mero aprobado el número de unidades de cuidados paliativos en España. "Tenemos unas 420, 425 unidades en todo el territorio nacional. La mayoría son públicas y las privadas suelen estar concertadas con la salud pública”.

“Haría falta casi el doble de las que actualmente hay para poder dar una cobertura del 100% a toda España. Esto se traduce en que hay un 50% de la gente que muere con sufrimiento evitable".

Puedes morir con dolor tanto en zonas rurales como en las ciudades. Todo depende del hospital que te corresponda".  

“Se puede evitar morir con dolor, morir en un servicio de urgencias, en un box, en el sitio más inhóspito o sin información, sin saber que te vas a morir”.

"Si no te lo cuentan, no puedes tomar las decisiones correctas, comunicar qué es lo que deseas y lo que no. No puedes despedirte de tus familiares y amigos. Eso es un sufrimiento evitable.”

“Para morir bien hay que morir en casa. Pero no hay que demonizar a quien quiere morir en el hospital, porque pueden existir diferentes razones. Miedo, que la casa no cumpla las condiciones socioeconómicas o porque no tengan atención familiar”.

“Estamos en un entorno de Mayores, personas viudas de 85 años que no tienen familia directa o que sus familiares se han ido y no han vuelto”.

“Pero morir en el hospital no significa urgencias, un servicio de neurocirugía, ni una UVI. Si no, que cuando a una persona le ha llegado su momento muera en un lugar adecuado”.

¿Qué es lo más duro a lo que se enfrentan los expertos de cuidados paliativos?

“A perder a esa persona. Pero ojo, hay que diferenciar entre tomar partido e implicarte demasiado. Porque en el segundo caso tienes el peligro de pasarte a lado humano de la tragedia y nosotros debemos estar en el lado científico, somos los médicos”.

“Tenemos que estudiar qué tratamiento y dosis se necesitan. Tienes tendencia a pensar 'qué pena, voy a protegerle', pero si existe una exceso no haces las cosas bien”.

“Aunque esto no suele ocurrir, porque te creas una pequeña coraza con la formación y la experiencia. Y también influye el carácter de cada uno”.

"Los que nos dedicamos a paliativos estamos hechos de una pasta distinta. En algún momento determinado nos hemos dado cuenta de dos cosas.”

“La primera es que todos nos morimos. Si tú no aceptas tu propia muerte no vas a aceptar la de los demás”.

“La segunda, es que los médicos de cuidados paliativos somos expertos en cuidar, no en curar. Es decir, hay que comprender que la naturaleza de la medicina es ayudar a los demás”.