DÍA MUNDIAL DEL PARKINSON

Hoy, 11 de abril, se celebra el Día Mundial del Parkinson. Desde UNIR Cuidadores queremos sumarnos a la campaña que se organiza y ser “supercompañeros” de los cuidadores, familiares y personas que sufren la enfermedad.

El Parkinson es un trastorno neurológico frecuente. Afecta a cuatro millones de personas en todo el mundo y aproximadamente a 150.000 en España. Se calcula que cada año se producen cerca de 20 nuevos casos de la enfermedad por cada 100.000 habitantes.

Esta patología afecta por igual a hombres y a mujeres, incrementándose la probabilidad de padecerla a partir de los 65 años de edad.

Es una enfermedad que aunque no es mortal, afecta a la calidad de vida de la persona que la padece. El Parkinson interfiere en el movimiento voluntario, provoca hipocineasia (enlentecimiento del movimiento), rigidez, temblores o falta de equilibrio, entre otros síntomas.

Se dice que su origen es multifactorial, es decir, que podrían afectar factores genéticos (aunque solo entre un 2 y 3% de las personas afectadas se encontrarían en esta situación), mecanismos inmunológicos, traumatismos craneales repetitivos y la edad.

Síntomas conocidos y no tan conocidos

Quizá el temblor es el signo más reconocido. Puede producirse tanto en las manos, como en los pies e incluso en los labios y la lengua.

Se caracteriza porque suele ocurrir en reposo y empeora con las emociones, el estrés o cuando la persona se siente observada. Normalmente mejora con la actividad y desaparece cuando la persona está dormida.

La rigidez se produce en etapas avanzadas de la enfermedad. Ocurre porque hay un aumento de la resistencia de los músculos al movimiento.

Este síntoma provoca la postura típica de las personas que sufren Parkinson: la cabeza y el tronco inclinado hacia delante, los brazos pegados al cuerpo y los codos flexionados.

Al igual que ocurre con el temblor, la rigidez aumenta con las emociones y el cansancio y disminuye con el sueño.

La hipocinesia o enlentecimiento del movimiento, afecta a la cara y a los movimientos de las extremidades. Es un síntoma progresivo que se hace más evidente al caminar, al realizar giros y en aquellas tareas que requieren una destreza manual.

En una fase más avanzada suele aparece la alteración de la marcha. Es decir, la persona puede presentar dificultades al intentar caminar y mientras lo hace pueden producirse paros o titubeos.

Existen otros síntomas como bajadas de presión arterial, estreñimiento, salivación excesiva, insomnio o somnolencia, depresión, disminución del parpadeo o de la memoria.

Sin embargo, no todas las personas que padecen Parkinson presentan los mismos signos. La enfermedad puede afectar de formas muy diversas a cada persona.

¿Influye la edad?

Aunque el riesgo de sufrir la enfermedad se incrementa a partir de los 65 años, debido a la disminución anual de dopamina, solo el 30% de las personas diagnosticadas alcanzan esa cifra. Dentro de dicho porcentaje la mitad tiene entre 45 y 65 años, mientras que la otra mitad tiene menos de 45 años.

Se considera que podemos hablar de Parkinson juvenil, cuando la enfermedad se manifiesta en personas de entre 40 y 50 años.

Las investigaciones demuestran que este tipo de Parkinson puede presentar algún patrón genético, sobre todo en casos diagnosticados antes de los 40.

Los síntomas suelen coincidir en todas las edades. Sin embargo, parece que las personas más jóvenes se enfrentan a más problemas de movimientos involuntarios.

Esto ocurre como consecuencia del tratamiento con levodopa, ya que su ingesta se produce durante un período de tiempo más largo que en una persona de más edad. Por ello, se están buscando alternativas a este fármaco como los anticolinérgicos, agonistas dopaminérgicos o inhibidores dopaminérgicos.

Siempre se tienen que combinar las terapias farmacológicas con la rehabilitación física y, en algunas ocasiones, con tratamiento quirúrgico.

Día Mundial del Parkinson

Bajo el lema “Todo superhéroe necesita un compañero”, la Federación Española de Parkinson quiere dar “relevancia a la labor de las asociaciones”, así como “implicar a la sociedad y pedirles que sean supercompañeros”.

Porque las asociaciones se convierten en elementos fundamentales para familiares, cuidadores y afectados de Parkinson. Esta es una de las proclamas que la Federación lanzó el año pasado en su campaña “Rompe los mitos del Parkinson”, pues el enfermo está arropado por su familia, las asociaciones y por otras personas que están en su misma situación.

Te recomendamos ver la Masterclass: "Cuidados básicos para personas con enfermedad de Parkinson".