En diciembre de 2019 fue cuando surgió la enfermedad de COVID-19, difundiéndose en muchos países del mundo y que la OMS la reconoció como pandemia global el 11 de marzo de 2020. Existen evidencias científicas que establecen que el aislamiento social es una medida beneficiosa para la protección contra las infecciones por COVID-19.
Sin embargo, los adultos mayores están especialmente expuestos a los efectos negativos de este distanciamiento. La evidencia científica ha relacionado el aislamiento social de las personas mayores con un incremento de las enfermedades mentales, un empeoramiento de la calidad de vida, una mayor mortalidad y unos efectos negativos en factores de resiliencia y de autoestima. Es razonable pensar que el aislamiento social, a pesar de ser necesario, tendrá un profundo impacto en la salud y en el bienestar de los adultos mayores, incluyendo tanto los mayores que viven en comunidad, así como los que están ingresados en residencias.
La evidencia científica ha relacionado el aislamiento social de las personas mayores con un incremento de las enfermedades mentales, un empeoramiento de la calidad de vida, una mayor mortalidad y unos efectos negativos en factores de resiliencia y de autoestima
Una manera para mitigar este impacto puede ser el uso de la tecnología, y en especial modo la “Smart Technology” o Tecnología inteligente, herramientas que combinan la tecnología, los sensores y la conexión a Internet para facilitarnos la vida diaria. Un ejemplo pueden ser los Smartphone, los Smart TV, los asistentes vocales o las tablets, pero también en un sentido amplio pueden entrar en estas tecnologías aplicaciones de diferentes índoles que pueden utilizarse en dispositivos diversos, como por ejemplo las aplicaciones que consisten en la utilización de las redes sociales.
Una manera para mitigar este impacto puede ser el uso de la tecnología
La ciencia considera que el uso de estas herramientas en la vejez tiene efectos muy beneficiosos. Según estudios internacionales, la tecnología se considera como un valioso aliado en el apoyo de diferentes vertientes del envejecimiento activo, empezando por la autonomía y la independencia. Un ejemplo en este sentido pueden ser los robots asistentes, que apoyan la vida independiente en el hogar de las personas mayores. Además, la tecnología no solo puede mitigar algunos de los efectos negativos del envejecimiento, sino que también puede contribuir positivamente en ulteriores aspectos relacionados al bienestar y al sentido de la vida, ya que puede proporcionar a las personas mayores nuevas oportunidades de crecimiento personal. Por ejemplo, a través de internet los mayores pueden utilizar herramientas como el correo electrónico, el chat en línea y la mensajería instantánea, instrumentos que les permiten comunicar de forma rápida y económica, así como compartir actividades diarias con familiares y amigos, disminuyendo los sentimientos de vacío y de soledad. Pero, además, la tecnología ofrece a los mayores otras opciones como actividades de entretenimiento, aprendizaje, así como para incrementar el ejercicio físico, entre otras.
La ciencia considera que el uso de estas herramientas en la vejez tiene efectos muy beneficiosos
Actualmente, estamos viviendo un creciente desarrollo de productos y aplicaciones que tienen en cuenta las características e intereses de los mayores y que les permiten abrirse a nuevas experiencias. Finalmente, los estudios indican que los adultos mayores desean aprender a utilizar la tecnología para seguir siendo relevantes en un mundo contemporáneo o, en otras palabras, cultivar su identidad como ciudadanos activos en una sociedad digital.
Lo cierto es que, hasta el momento, aún queda mucho por hacer para que estas tecnologías se adapten por completo a las necesidades de los mayores. Por ejemplo, en España, a pesar de que existe un número cada vez más elevado de personas mayores que utiliza tecnología de diferente tipo, aún queda mucho por hacer para superar la brecha digital y para evitar la “exclusión tecnológica”.
Los estudios indican que los adultos mayores desean aprender a utilizar la tecnología
Si quieres contribuir a los estudios en este ámbito y tienes 65 años o más, te invitamos a participar a una investigación que se está desarrollando a escala internacional sobre el uso de las tecnologías inteligentes y el sentido de la vida durante el estado de alarma por el COVID-19. Se trata de un estudio que pretende analizar la utilidad de estas herramientas tecnológicas en la vida de las personas mayores, en un momento que ha sido crucial, debido al aislamiento físico y social.
Si quieres darnos tu opinión, responde esta breve encuesta que ayudará a ofrecer lo que demandan nuestras personas mayores o dependientes para combatir la soledad, la llamada epidemia del siglo XXI.
Enlace a la encuesta: https://www.surveymonkey.co.uk/r/R7HVZT3
Emilia Cabras
Profesora del área de Educación en Universidad Nebrija.
Doctora en Psicología por la Universidad Autónoma de Madrid y Master universitario en Gerontología por la Universidad de Salamanca.
Licenciada en Psicología y habilitada como Psicólogo General Sanitario.
Bibliografía:
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- Costa, C., Gilliland, G., & McWatt, J. (2019). “I want to keep up with the younger generation” - older adults and the web: a generational divide or generational collide? International Journal of Lifelong Education, 1–13. doi:10.1080/02601370.2019.1678689
- Gil González, S. & Rodríguez-Porrero, C. (2015). Tecnología y personas mayores http://www.ceapat.es/InterPresent1/groups/imserso/documents/binario/reto_8.pdf
- Han, X., Yang, Y., Li, F., & Li, Y. (2020). Adding Life to Years: The Influence of Internet Use and Appearance Management on Life Satisfaction Among the Elderly. Social Indicators Research, https://doi:10.1007/s11205-020-02342-7
- Wu, B. (2020). Social isolation and loneliness among older adults in the context of COVID-19: a global challenge. Global Health Research and Policy, 5(1). doi:10.1186/s41256-020-00154-3