la personalidad de una persona mayor

La personalidad de la persona mayor como clave de adaptación a la vida y a las consecuencias inevitables del envejecimiento. Los cuidadores deben conocer las personalidades que pueden surgir en la vida de las personas mayores

¿Cómo es la personalidad de una persona mayor?

Cada persona envejece a su manera y, a su propio ritmo. De ahí, la referencia popular, de que uno es tan joven como se siente.

La psicología del envejecimiento sugiere que hay una gran variedad de modelos de envejecimiento, mostrados por los individuos que envejecen

Esta manera de sentir y vivir el envejecimiento refleja una interacción compleja entre la personalidad y el ambiente familiar, social y cultural que rodea a la persona mayor.

Se dan modelos de adaptación dependiendo del tipo de personalidad, del papel que desempeña el mayor en la vida y la satisfacción que siente por la misma.

Personalidades de las personas mayores

Las personalidades que surgen de estos modelos de adaptación- en términos generales- pueden ser los siguientes:

  • Personalidad armónica, integrada y adaptada a la vida y sus circunstancias
  • Personalidad blindada, cerrada, defensiva, conservadora
  • Personalidad pasiva-dependiente
  • Personalidad desintegrada, en personas mayores pesimistas, con enfermedades crónicas y degenerativas, dependientes, marginadas, con experiencias tristes y fracasos múltiples en el pasado…

Características de las personas mayores 

Como debemos fijarnos más en lo positivo, quiero destacar, sobre todo, algunas de las características de las personas mayores adaptadas a la vida y a la vejez:

  • Estas personas suelen estar libres de ideas erróneas y estereotipadas.
  • Suelen tener un gran sentido de la realidad
  • Se conocen suficientemente a sí mismas
  • Tienen capacidad de disfrutar de la vida y del sentido del humor
  • Tienen la percepción de que la vida merece la pena vivirse y, además que la vida tiene sentido
  • Saben sacar provecho y adquirir experiencia de los acontecimientos ya vividos en el pasado, aunque sean tristes
  • Tienen buena capacidad de comunicación y entendimiento con otras generaciones
  • Tienen capacidad de relacionarse con los demás, y de establecer relaciones sociales gratificantes y provechosas
  • Establecen conformidad con la vida presente
  • Aceptan serenamente el devenir del tiempo, y lo que ello puede traer consigo

Estos pensamientos expuestos, aunque son sencillos, tienen un gran valor práctico y nos sirven para ser conscientes y reflexionar sobre el gran valor que tiene la personalidad de los mayores para vivir mejor y, para apreciar los grandes beneficios que reporta el adoptar actitudes positivas ante la vida, ante los demás y ante las consecuencias negativas inevitables del envejecimiento. Asimismo, hay que reconocer  que la personalidad es en realidad el único valor que verdaderamente poseemos, y lo poseeremos hasta el final de nuestras vidas, siempre que no perdamos las facultades mentales.

Otro mensaje añadido, que quiero transmitir con la descripción de estas tipologías de las personalidades de las personas mayores, es que es muy útil conocerlas para poder establecer relaciones empáticas, provechosas y certeras cuando nos relacionemos y cuidemos a este tipo de personas. Se sobrentiende que los terapeutas y cuidadores también deberían conocerse suficientemente a sí mismos para que el proceso de la comunicación con los pacientes mayores sea fluido, eficaz, armónico y se establezca con puntos de vista afines, atractivos, cercanos y coincidentes.

Finalmente, estos principios se deberían cumplir también en las relaciones interpersonales que se establecen en las Asociaciones, colectivos y Centros de Mayores (entre el equipo directivo y los socios y los propios socios entre sí)

Conclusión:

Como personas mayores, tratemos, pues, de conseguir una personalidad sana, firme, equilibrada, flexible, abierta y empática, pues nos ayudará mucho en tener éxito personal y profesional, gozar de la vida y del trato con nuestros semejantes.

 

Víctor López García

Médico gerontólogo

Enero, 2019