Empieza enero y llega el momento de cumplir las promesas y los propósitos de Año Nuevo. Unas metas que no sólo atañen a cada uno de nosotros y de nosotras sino que también corresponden a la sociedad española en su conjunto. Aquí van algunos de los retos que en este 2017 tenemos por delante.
Generar empleo e integración para las personas con discapacidad
Por séptimo año consecutivo, la Fundación Adecco ha presentado el informe '¿Qué tres deseos le piden al año nuevo las personas con discapacidad?', con el objetivo es concienciar a la sociedad de las necesidades y reivindicaciones de estas personas.
El empleo ha sido el protagonista en la lista de deseos para 2017 de las personas que se encuentran en situación de discapacidad. Y es que hasta un 54% ha mencionado el empleo como el deseo principal, con la premisa de que éste sea "estable, igualitario y acorde a sus competencias profesionales". El segundo deseo más repetido de las personas que se encuentran en situación de discapacidad tiene que ver con la salud personal (26%) seguido de los deseos y peticiones personales (20%), es decir, aquellos relacionados con aspectos como el acceso a una vivienda, el amor y la familia.
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En este sentido, el informe 'El Empleo de las Personas con Discapacidad 2015' elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja que en ese año convivían en España casi 2 millones de personas en edad laboral –entre los 16 y los 64 años– con discapacidad oficialmente reconocida, el 33,9% de las cuales eran activas, es decir, tenían o buscaban un empleo. Según dicho informe, "la tasa de paro para el colectivo fue del 31,0% en 2015, con un descenso de 1,7 puntos respecto al año anterior. Esta tasa era 9,1 puntos superior a la de la población sin discapacidad".
Proteger las pensiones en nuestro país
Este nuevo año, las pensiones registrarán un incremento del 0,25%, el mínimo legal contemplado en la última reforma de las pensiones. Es la cuarta subida consecutiva de las pensiones y, según las previsiones de la Seguridad Social, dicho incremento afectará a 9.476.780 pensiones contributivas, 455.229 pensiones no contributivas y 191.240 prestaciones familiares.
Pese a ello, la mitad de las personas que disponen de una pensión contributiva cobran menos del salario mínimo interprofesional (SMI), es decir, menos de los 707,6 euros aprobados de manera reciente por el Consejo de Ministros para 2017.
No hay que olvidar que nuestra demografía está cambiando: la población española envejece a un ritmo muy acelerado. Todos somos conscientes de que las pensiones de los mayores han sido el sustento de muchas familias durante la crisis. En la actualidad, sigue siendo un grupo determinante en las decisiones de compra y de consumo.
De hecho, y ampliando el segmento de población a personas mayores de 50 años en adelante, este grupo controla el 70% de riqueza en España, según un estudio de OBS Business School. De ahí la importancia de valorar como se merece a una parte sustancial de nuestra sociedad. Veteranos, seniors o viejenials, cualquier definición se queda corta para describir a una valiosa parte de nuestra población que domina Internet y las redes sociales mejor de lo que pensamos y que son tan capaces como las generaciones posteriores.
Cuidar la sanidad en España
El Sistema Nacional de Salud (SNS) es uno de los más prestigiosos y eficientes del mundo. No obstante, el envejecimiento demográfico ha hecho patente que se basa en un modelo de gestión de procesos agudos. Algunos expertos como Rafael Bengoa consideran que "el cambio que hay que hacer es hacia un modelo de control de crónicos, sistémico, haciendo más controles en casa, más en Atención Primaria y menos en hospitales”. De esta manera, concluye Bengoa, "habría que volver a colocar la palabra prevención en el centro del sistema” ya que este término “produce eficiencias”.
En esta línea se mueve Julián Corral, médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, quien afirma que "nuestro modelo de salud sigue anclado en la gestión de procesos agudos, y muestra una clara fragmentación y rigidez en la provisión de cuidados, duplicidad de intervenciones e ineficiencia cuando se trata de atender procesos crónicos, por estar nucleado en torno a la sobreutilización de servicios hospitalarios que son tremendamente costosos". En este sentido, concluye Corral, "lo que predomina en el día a día asistencial es el paciente crónico que necesita un entorno de atención más domiciliario y comunitario y menos hospitalario, basado en la intervención de equipos multidisciplinares ubicados en los Centros de Salud y coordinados por gestores de casos".
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Potenciar la Ley de Dependencia, como asignatura pendiente
El pasado mes de diciembre se cumplieron diez años de la aprobación de la Ley para la Autonomía Personal y la Atención a la Dependencia, como cuarto elemento del Estado del bienestar, tras la educación, el sistema público de pensiones y la sanidad.
Según las cifras oficiales, más de 1,2 millones de personas tienen reconocido de manera oficial el derecho a recibir alguna prestación o servicio por encontrarse en situación de dependencia, de las cuales un tercio aún se encuentran en lista de espera sin haber recibido dicha prestación o servicio. Se estima que más de 125.000 personas han fallecido esperando una prestación o servicio, según los datos del último informe del Observatorio Estatal de Dependencia.
En este sentido, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha planteado la necesidad de llevar a cabo un pacto de Estado a todos los niveles que "redefina lo que debería ser un auténtico y efectivo dispositivo de derechos sociales para las personas que precisan apoyos intensos para su autonomía personal". La organización estatal considera que este modelo refundado "tendría que insertarse dentro de la Seguridad Social, a fin de que se garantizara la igualdad y la equidad territoriales, y se alcanzara la mayor perfección del derecho subjetivo a la protección social".
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