Pérdida de autoestima, miedo o negación. Son sentimientos que a menudo sufre una persona con incontinencia. Ayudarla está en tu mano.
- Clase recomendada: Cuidados de las personas con incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria es un problema que padecen un 15% de las personas mayores de 75 años. Afecta más a mujeres que a hombres.
Sin embargo, no es un problema exclusivo de la vejez. Entre un 2,5 y un 3% de mujeres jóvenes sufren incontinencia. Y esta cifra aumenta hasta el 12% al alcanzar los 45 años de edad.
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. Se debe a un trastorno del sistema de cierre, de la musculatura vesical o a la combinación de ambos.
Tipos de incontinencia urinaria
Incontinencia de esfuerzo
Es aquella pérdida de orina que se produce cuando la presión intra-abdominal excede la presión de cierre de la uretra. Se puede producir con la tos, los estornudos o al levantar pesos.
Aparece por una debilidad en los tejidos (músculos y ligamentos) que sostienen la uretra y el cuello de la vejiga (que sería la zona del “grifo” que cierra para que no salga la orina).
Como consecuencia de esta debilidad, cuando el paciente tiene un golpe de tos o un estornudo, la zona del cuello de la vejiga desciende y se abre, de forma que la orina se escapa.
Incontinencia urinaria de urgencia
Es aquella pérdida involuntaria de orina asociada a un fuerte deseo de orinar, que se presenta súbitamente y que no es posible controlar. Clínicamente suele haber un aumento de las micciones tanto de día como de noche.
El origen de este tipo de incontinencia suele ser una serie de contracciones o espasmos de la vejiga que aparecen de manera espontánea e irregular y que la persona no puede controlar.
El tratamiento básico de este tipo de incontinencia es mediante medicamentos que inhiben las contracciones o espasmos vesicales.
Incontinencia urinaria mixta
Ocupa casi la mitad de todos los casos de incontinencia urinaria. Es el resultado de la combinación de factores de la incontinencia de esfuerzo y la de urgencia.
El tratamiento es más complejo y suele iniciarse por el tipo de incontinencia que predomina o que más molesta al paciente.
Otros tipos de incontinencia urinaria
Existe la incontinencia urinaria por rebosamiento (vejigas grandes que no se contraen adecuadamente); por fístulas y malformaciones (poco frecuentes) y por causas neurológicas, infecciosas, piedras, etc. (poco frecuentes).
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¿Cómo cuido a una persona que sufre incontinencia?
Las personas que no sufren deterioro cognitivo (al ser plenamente conscientes de su entorno), pero que padecen incontinencia, pueden experimentar sentimientos de culpa, vergüenza e incluso negación, aún ante una clara evidencia de incontinencia.
Se puede producir una pérdida de autoestima, miedo a sufrir reprimendas o a producir rechazo en las personas del entorno. Para evitar esto lo mejor es poner solución desde el primer momento siguiendo las pautas que damos a continuación.
Anotar cuándo se producen las micciones
Las pérdidas suelen ser más frecuentes al levantarse, al acostarse, antes o después de las comidas o tras beber café o té. Al escribir en qué momento se producen los accidentes es más fácil evitar que ocurran, porque se debe estimular a la persona a que acuda al servicio en esos momentos.
Evitar beber antes de dormir
Se recomienda que la persona con incontinencia deje de ingerir líquidos al menos 2 horas antes de acostarse. También es aconsejable prescindir del café, del té y, en general, de las bebidas diuréticas.
Reeducar el esfínter
La finalidad es que la persona orine con mayor frecuencia. De esta forma la vejiga se acostumbra a evacuar a un determinado ritmo.
Para que sea efectivo se recomienda invitar a la persona a orinar cada 2 o 3 horas, tanto si tiene ganas como si no. Para una mayor efectividad la persona debe permanecer al menos 5 minutos sentada en el inodoro, con un grifo abierto para estimularla.
Fuera culpas
Desde el primer momento hay que hablar con la persona sin culparla por su problema. Ante los logros hay que felicitarla, ya que de esta forma se mantendrá la motivación e irá recuperando la autoestima.
Otros consejos
Es de gran utilidad la ropa de fácil uso que permite desvestir y vestir rápidamente a la persona. También ayuda limitar la ingesta de líquidos por la noche y dejar un orinal cerca de la cama por si esta medida no fuera suficiente.
Después de orinar hay que limpiar la zona adecuadamente, con agua y jabón y secar sin frotar.
Es importante que el camino hacia el baño esté libre de obstáculos y bien señalizado, para que ante una urgencia se tarde el menor tiempo posible en llegar.
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