¿Sabías que entre un 50 y un 70% del peso de nuestro cuerpo es agua? Este hecho convierte al líquido elemento en una parte imprescindible de nuestra dieta. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para una correcta hidratación veraniega de nuestros mayores.

Pese a que nuestro cuerpo está formado mayoritariamente por agua, a medida que envejecemos y como bien especifica la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), la proporción en nuestro organismo va disminuyendo. Pasa de un 80% de peso corporal en los niños a un 60% y un 50% en hombres y mujeres de edad avanzada respectivamente, fruto de la transformación del tejido muscular, rico en agua, por tejidos grasos, óseo y conectivo.

Funciones del agua en nuestro cuerpo

1. Transporte y disolvente de fluidos orgánicos

2. Lubricante de tejidos y articulaciones

3. Metabolismo celular y eliminación de toxinas, desechos y detritus

4. Termorregulación

5. Protección frente a infecciones

La importancia del agua en nuestro organismo es capital. De ahí la necesidad de estar bien hidratados, más aún en verano. El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha puesto marcha una nueva edición de la campaña sanitaria sobre hidratación 'Cinco claves en hidratación', con el fin de incidir en la importancia de hidratarse adecuadamente, y en especial durante los meses de verano.

 

 


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También este año, la XV edición del Día Nacional de la Nutrición, celebrada el 28 de mayo pasado, quiso centrarse en la importancia de la hidratación como parte fundamental de nuestra alimentación. Tanto la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD) como la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) han presentado la campaña 'Hábitos para toda la vida: Hidratación también es salud', para reforzar los mensajes sobre la importancia de una correcta hidratación dentro de los hábitos de vida saludables.

Recomendaciones para nuestros mayores

También la SEGG nos da algunas recomendaciones para que nuestros mayores estén bien hidratados, sobre todo en verano:

1. La ingesta de agua deberá ser de unos 2 a 2,5 litros por día (entre 8 y 12 vasos), pudiendo llegar a más de 3 litros en épocas de mayor estrés, como por ejemplo verano.

2. La toma de agua se hará de manera gradual, más en la mañana y en la tarde que por la noche, para evitar despertares y una posible incontinencia nocturna. Si se despierta de noche, será recomendable ingerir líquidos, sobre todo en épocas de altas temperaturas.

3. La ingesta de unos 300- 400 ml agua en ayunas favorece el movimiento intestinal y la absorción de este agua genera un efecto diurético de arrastre, observable a los pocos minutos.

3. En cada comida (desayuno, comida, merienda y cena) se debe beber un vaso de agua para facilitar la ingestión de sólidos, nunca antes y nunca más de un vaso y medio por comida.

4. Entre comidas es recomendable beber una cantidad equivalente a 4-6 vasos de agua.

Estas son sólo algunas recomendaciones para que nuestros mayores estén hidratados, más aún ahora cuando el calor es más intenso y existe mayor riesgo de deshidratación. Otros consejos van desde la toma de bebidas de distintos sabores para estimular su consumo hasta la necesidad de dejar los líquidos en lugares accesibles y visibles. Cabe recordar que la sensación de sed y calor se va perdiendo con el paso del tiempo y por ello siempre es mejor anticiparse a cualquier posible problema.