En las últimas semanas hemos hablado de las causas y de las consecuencias del estrés, ¿pero realmente sabemos lo que es el estrés y a cuanta gente afecta? A lo largo de este artículo vamos a intentar aclarar lo que representa este término, usando tan habitualmente en nuestras vidas.

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El estrés surgió en el mismo momento que lo hizo la humanidad, pues el hombre primitivo ya tenía que elegir cómo responder ante cualquier amenaza: luchar o huir. Fuera cual fuera la alternativa elegida, llevarla a cabo implicaba una liberación de energía para responder al peligro. Pese a ser, por tanto, un concepto conocido desde antiguo, no fue hasta 1911 cuando se empleo, de manera primitiva el término “estrés” para definirlo.

Para conocer más acerca del estrés no te pierdas la próxima MasterClass de Sandra Gómez, doctora en psicología. En su actividad profesional ha combinado la asistencia clínica, con la investigación y la docencia, además de ser autora y coautora de diversos documentos científicos entre los que se incluyen libros, capítulos y artículos. En cuanto a su actividad docente, ha impartido cursos sobre la ansiedad ante exámenes universitarios.

El estrés en el siglo XXI

Fue pues el fisiólogo Walter Cannon quien definió el estrés como todo estímulo susceptible de provocar una reacción de lucha o huida o, ya en 1932, como aquellos factores del medio cuya influencia exige un esfuerzo inhabitual de los mecanismos homeostáticos (los mecanismos fisiológicos que, trabajando de manera coordinada, logran mantener el equilibrio del organismo). En esta reacción de lucha-huida o de re-equilibrio interno jugarían un papel primordial la liberación de catecolaminas.


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Posteriormente, en 1936, el fisiólogo y medico Hans Selye describió el Síndrome de Adaptación General como un “esfuerzo generalizado del organismo para adaptarse a nuevas condiciones”, que podría llegar a contar con hasta 3 fases: Reacción de alarma, Resistencia y Agotamiento.

Dado que este síndrome se producía cuando el cuerpo era severamente dañado por agentes nocivos (o estresores, empleando la terminología de Cannon), pasó a ser conocido también como Síndrome del Estrés Biológico… pese a que Selye no empleó ni una sóla vez el término estrés. Desde la publicación de estos trabajos, la popularidad del término “estrés” ha ido en aumento, tanto en los ámbitos profesionales como en el lenguaje coloquial, llegando a ser uno de los términos psicológicos mas empleados por la población general.

No obstante y a pesar de los años y la introducción del término en distintos ámbitos, su definición sigue sin ser clara. El ejemplo más significativo de esto lo ofreció el propio Selye cuando en 1973 comenzó un artículo con la siguiente frase: “Todo el mundo conoce el estrés, pero nadie sabe que es”. En efecto, son tantas y tan diversas las definiciones propuestas en la bibliografía científica que éstas se han ido agrupando en función de como se ha utilizado el termino: como un estímulo capaz de provocar una reacción, como respuesta o como una transacción entre un estímulo y los recursos del individuo para hacerle frente (Fernández, 2009).

Estadísticas sobre el estrés

No obstante y a pesar de no haber una definición única del estrés, éste es padecido por buena parte de la población. Como ejemplo, en España y según la VII encuesta nacional de condiciones de trabajo (publicada en 2011) el 82,1% de los participantes informaron padecer estrés o ansiedad, o agravamiento de éstas, como consecuencia del trabajo. Pero no solo en este ámbito se da estrés.

Otros estudios han mostrado las consecuencias que la sobrecarga tiene sobre la salud de los cuidadores. En uno de ellos, en el que se comparaba un grupo de cuidadores principales y otro que no ejercían este rol, se comprobó que el 48,1% decía tener una mala o muy mala salud frente al 31% de los no cuidadores; además se observó una mayor prevalencia de ansiedad y depresión en el grupo de cuidadores, así como una mayor frecuencia de disfunciones familiares y de una sensación de apoyo social insuficiente.

Este estrés también es capaz de desarrollarse y cambiar al mismo paso que lo hacemos nosotros. Recientes trabajos hablan de que el tecnoestrés (el estrés que nos provocan las nuevas tecnologías), afecta ya a uno de cada tres españoles.

Aprender a controlar el estrés

Por tanto, y como ya hemos dicho al principio, el estrés está presente en todos los ámbitos de nuestra vida y puede desarrollarse ante distintas causas y provocar diversas consecuencias. Dado que es inevitable convivir con él, lo mejor será aprender cómo hacer para que su presencia nos afecte lo menos negativamente que sea posible… y es que no hay nada como no llevarse mal con los vecinos. Si quieres conocer más acerca del estrés, no te pierdas la MasterClass: El estrés: sus causas, consecuencias y algunas técnicas para disminuirlo.